Suecia: Vikinga y Helada

Por: Bibiana Ruiz Hernández

Apuesto a que hay pocas escapadas, que como esta, son tan mágicas como atractivas. Como corona escandinava, ofrece actividades de todo tipo que permitirán al viajero conocer su cultura y sus secretos.
Desde aquí te animamos a coger un avion y descubrir que Suecia es mucho mas que Nobel y rico salmón, y para ello te proponemos dos planes tan diferentes como seductores que sin duda te embrujaran y te animarán a preparar la maleta.


La perla del Báltico

Si Estocolmo tuviera boca, contestaría: "esa soy yo". Con la peculiaridad de estar compuesta por varias islas, la capital sueca posee una belleza que la encumbra sobre sus vecinas Helsinki y Oslo, abriéndose ante el viajero para mostrar todos sus encantadores recovecos.

Nobel Museet , Estocolmo (Foto por Bibiana Ruiz)

Imprescindible comenzar el recorrido en la antigua Gamla Stan, centro de la ciudad y reducto de historias e historia sueca de las que empaparse. En ella encontraremos el Palacio Real, el Museo Nobel y la calle más estrecha de toda la ciudad entre otros atractivos. El barrio de Södermalm recoge todo el encanto de lo bohemio y es perfecto para hacer turismo tranquilo, callejeando por sus empinadas calles y disfrutando de las vistas que ofrece desde sus esquinas del mar banando las islas que componen toda la ciudad. Como punto atípico, recomendamos la visita a Skogskyrkogarden, bosque-cementerio al sur de la ciudad que según la UNESCO es patrimonio de la humanidad. Perfecto para pasar un día sereno y disfrutar de la abundante vegetación de la que goza Estocolmo.
La visita se completa con los múltiples museos que posee la ciudad, destacando el Moderna y Arkitekturmuseet (ambos en el mismo edificio),el
Vasamuseet, cuya joya es el resconstruido y recuperado buque insignia Vasa y la simpática Skansen, toda una Suecia en miniatura.

Laponia sueca, paraiso secreto:

Este gélido paraiso se encuentra más allá de Norrland, y la mejor manera de llegar a él es atravesando la vasta geografía sueca hacia el norte, a ser posible en verano y en un tren, para deleitarse con las luces que los eternos atardeceres escandinavos regalan.

Atardecer camino de Norrland (Foto por Bibiana Ruiz)

Si no estamos como para dar con todas estas condiciones, podemos disfrutar igualmente de este rincón mágico del norte europeo ya que cualquier época del año es magnífica para su exploración.

Si el verano proporciona senderismo en medio de la tundra y días infinitos (cuanto más al norte mejor) , el próximo invierno en la estación estrella, donde la noche y la nieve son dueñas y señoras. Ciudades como Kiruna con un ncreible y modernisimo hotel de hielo en su haber) ,Lulea o Umea permiten al viajero realizar todo tipo de actividades invernales que disfrutar en familia o en solitario. Si el deseo de aventura es grande siempre podemos cruzar la línea del circulo polar ártico (sería un terrible error no hacerlo) y visitar los parques naturales de Muddus, Abisko o Sarek para contemplar la naturaleza en pleno invierno.

No olvidemos la posibilidad de sumergirnos en la cultura sami, principales habitantes de esta región. Con idioma propio (su palabra más conocida es tundra) y una identidad que merece su conocimiento, se reparten entre Suecia y la inmediatamente próxima Finlandia.

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Y ahora: planifica, haz el equipaje y ¡descubre Suecia!